¿Por qué?, ¿por qué?… ¡Por qué!
Si hubiera que otorgar el premio a la popularidad a alguna de las preguntas de los foros de Hattrick, el indiscutido galardón se lo llevaría la clásica entre las clásicas, la genuina e irrepetible, aquella que en algún momento u otro todos los jugadores han pronunciado con rabia mientras clicaban repetidamente sobre el reporte final como si eso pudiera cambiar el resultado del partido.
¿¡Por qué he perdido!?
Me encontré con simontxo en el supermercado, mientras yo hacía la compra y él llenaba su carrito con cajas y cajas de Kleenex. No es dificíl reparar en alguien que mide tres metros y que cuando se enfada brilla como si se hubiera tragado las bombillas de mil clubes de carretera. Estaba alicaído por los últimos resultados del equipo y musitaba que ni los propios expertos en la cábala podían explicar su errática trayectoria, en la que no ganaba los partidos que debía haber ganado, pero en la que seguía perdiendo los que probablemente no hubiera vencido de todas maneras.
ABP: Una mala racha, ¿eh, presi?
Simontxo: A mí me lo vas a decir… Pierdo los partidos aunque gane la posesión.
ABP: Bueno, la posesión ya no es un factor determinante desde la inclusión de las ocasiones exclusivas de gol y el aumento de la importancia del balance defensa-ataque.
S.: Ya hombre, pero de ahí a tener menos ocasiones de gol que rival aun teniendo más el balón…
ABP: Ya sabe jefe que no todas las ocasiones se reportan.
S.: Chavo, no me simpatizas. Porque al menos debería meter algún gol, ¿no? A mí hasta me entra la risa cuando me meten uno por la zona en la que tengo apelotonados a los defensas como si fuera la cola de las rebajas.
ABP: No necesariamente. La distribución de las ocasiones de gol está parcialmente oculta, lo que dificulta realmente conocer las probabilidades reales de materializarse que tenía cada una de ellas.
S.: Me estás cargando, Antonio. Concédeme que al menos alguna ocasión de gol deberían darme los especialistas, ¿no?
ABP: Ahora ya sabe que la probabilidad de que estos aparezcan va ligada a la posesión.
S.: Pero hombre, si la posesión la suelo ganar…
ABP: Bueno, en el mundo de las probabilidades alguna explicación lógica siempre hay…
S.: Claro que sí. Es el motor de juego, estúpido.
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P.S.: Ay, este simontxo… Cuando gana es mérito suyo y cuando pierde la culpa es de los suecos.