¡Por fin! Me ha costado 24 temporadas, pero al final he llegado a la mágica cifra de 400 goles anotados en 411 partidos oficiales en jugados en Hattrick (302 de liga y copa, 85 con la selección mayor y 7 con la sub20, 17 de Masters). Los últimos siete han sido los que más me ha costado anotar, tal vez por la edad, o porque para subir a rematar los saques de esquina tengo que ir en metro. Pero en las cuatro últimas temporadas, pese a tener más vendas que una momia egipcia, he anotado los siete goles que me faltaban y ya he entrado en en selecto club de los jugadores que han alcanzado las cuatro centenas.
De forma bastante sorprendente, el bueno de François Truffaut se adelantó 50 años a este acontecimiento y me dedicó el final de su más célebre película, Los 400 golpes, en la que se me ve celebrar mi gol corriendo como Forrest Gump hasta una playa. Imagino que con esa escena quiso representar algo muy elevado que se me escapa ahora mismo, aunque si me hubiera visto ahora dudo que me hubiera representando gateando por debajo de una verja y corriendo una media maratón para mojarme los pies.
Tras el estreno de la última entrega de las aventuras de Batman titulada 
A estas alturas, tras 25 años y 6.432 montajes del director ya deberíamos saber todos que sí, que en 
Normalmente, cuando uno se encuentra con 
La película 
Las negociaciones para conseguir los derechos fueron duras, pero el hecho de que Miller sea también un incondicional jugador de Hattrick facilitó la tarea: «Los dos conectamos enseguida y coincidimos en ese retrato de los equipos especializados en CA como el de un grupo de agerridos guerreros superespecializados que se defienden ante las oleadas constantes que provoca la superior posesión del rival y que son capaces de atrincherarse con éxito y salir a la contra causando estragos en el enemigo«. Para Snyder, «la película representa la actitud gloriosa de los equipos que hacen de su talento en el arte del CA su virtud para imponerse en el campo de batalla«.
Antonio Barandiarán Piedra / ABP 