La posibilidad de poder seleccionar hasta a tres jugadores para que no reciban el entrenamiento es una buena noticia para los equipos que entrenan la misma habilidad a largo plazo. Quien no quiera desprenderse del jugador ya no tendrá que asumir tener un Hulk de salario desproporcionado en el plantel.
El problema al que se enfrentaban estos managers era que, tras tener al jugador en el club durante muchas temporadas, su mejora continua provocaba un aumento de sueldo permanente que lo terminaba convirtiendo en un jugador en inmantenible. Esto obligaba a su propietario a cambiar de entrenamiento o a venderlo, normalmente a bajo precio -por su ya elevado sueldo- y con un coste emocional añadido -desprenderse de un jugador que lleva muchas temporadas en el club-.
Los jugadores cuyo entrenamiento se ha detenido seguirán recibiendo el porcentaje seleccionado de entrenamiento de condición. Sin embargo, habrá que estar atento para sacar de esa lista a los jugadores seleccionados si se cambia de entrenamiento, o si se selecciona un tipo de entrenamiento que no afecta al salario, como general o balón parado.