Ante 80.000 personas que abarrotaban el Santiago Bernabéu, el Real Madrid ha presentado por fin hoy, tras largos meses de negociaciones, a Cristiano Ronaldo como nuevo jugador del club blanco. Para sorpresa de muchos, el astro portugués ha saltado al campo con el 9 a la espalda, abandonando el 7 que había utilizado hasta ahora durante toda su carrera. De CR7 a CR9.
Algunos hablan de un cambio por inspirado por el merchandising para poder vender productos con la nueva denominación. Otros, que el eterno capitán Raúl se negaba a ceder su dorsal, o puede que nadie se atreviera ni siquiera a planteárselo. En cualquier caso, las informaciones periodísticas apuntan a que se trata de un cambio largamente estudiado, pues Cristiano Ronaldo registró su nueva marca ya en el mes de enero, muchos meses antes de que se confirmara su fichaje por el Real Madrid.
Ahora que ya se ha hecho oficial, ya puedo contar que, como costumbra, el bueno de Cristiano Ronaldo me llamó en nochevieja para felicitarme el año y, de paso, pedir mi consejo:
– Amigo antonio, meu ídolo. Como vai você?
– Hombre Cristiano, majo. Aquí estoy, quemando una efigie de simontxo como manda la tradición cada nuevo año. ¿Y tú qué tal andas, son ciertos los rumores que andan por ahí?
– É verdade, eu vou jogar com o Real Madrid na próxima temporada.
– Me alegro por ti hombre, me alegro.
– Queria também pedir o seu conselho e sua permissão. Eu quero mudar CR7 para CR9, para fazer uma homenagem ao grande ABP9.
– ¡Qué gran idea! Gracias por tu gesto…
– É também uma maneira de melhorar o merchandising, porque eu sei ABP9 produtos são muito bem sucedidos no mercado.
– Buenooooo, ahí le has dado. La línea de productos ABP9 se vende como rosquillas: las camisetas, las jarras de cerveza, las gorras, las corbatas… Tienes mi bendición.
– Muito obrigado, meu ídolo. Em tudo isso, não vai ter o telefone de Paris Hilton? Eu comemorar meu novo contrato …
– Cómo no. Cuando la llames dale muchos recuerdos de mi parte…
– É claro! Obrigado, meu irmão.
– Cuídate, Cristiano, majo. Y cuidado con los paparazzi.
Antonio Barandiarán Piedra / ABP 